martes, 6 de febrero de 2007

Temor y temblor

Me ha tocado muchas veces entrar en sitios sagrados: he visitado muchas casas de mi gente, una familia muy sencilla de Asunción del Paraguay me ha dado abrigo unas noches, he escuchado muchas historias de personas que se me han confiado, he compartido la alegria de varios nacimientos, he acompañado a jóvenes en sus búsquedas, he contemplado lugares insospechados de belleza, he estado en la Plaza de Mayo en Buenos Aires un 26 de marzo, sosteniendo la bandera que lleva los rostros de los 30.000 desaparecidos en la dictadura militar junto a las Abuelas y Madres, he disfrutado recitales de Mercedes Sosa ("la madre tierra", le dicen algunos aquí), me han conmovido cartas de amor y amistad, he descubierto la alegría y la dignidad en el rostro de Ramiro, un joven de 22 años aprendiendo a leer, he recibido la última mirada de mi madre...

Ultimamente estoy entrando en otro sitio sagrado, quitándome las sandalias, descalza, como corresponde, como tiene que ser... en un sitio dentro mío y dentro de alguien más... un sitio en común que ha surgido entre las dos. Todavía no alcanzo a descifrar la experiencia.




Temor y temblor es lo que tengo frente a esto que está ocurriendo... temor y temblor en el sentido hebreo, temor que es respeto reverencial por lo que está más allá de mí, de lo que pueda intuir, comprender. Temblor que es estremecimiento y asombro frente a lo nunca vivido pero buscado, deseado. Temblor que es gozo.

2 comentarios:

Morgana dijo...

Bello, bello, bellísimo... Temor y Temblor. Te deseo un feliz encuentro. Un fuerte abrazo amiga!

fiorella dijo...

Precioso,no solo esto,sino lo anterior, y el amor,el encuentro es eso temblor y todo eso que tan bien describìs.Te deseo lo mejor.Un abrazo montevideano!