viernes, 2 de febrero de 2007

No te salves


No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo
pero si

pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.

Mario Benedetti

3 comentarios:

fiorella dijo...

Cada vez que me doy con este poema, o lo busco o me encuentra el, realmente me conmueve, es como un sacudòn a esos momentos de cierta indiferencia que nos ataca, al menos a mi,por saturaciòn...gracias por colgarlo!!Un saludo desde Montevideo-Uruguay

Lapachosenprimavera dijo...

Espero que la poesìa, el arte, la cultura toda, siga uniendo a nuestros pueblos, que dejemos manifestarse "ethos" comùn que nos hermana. Desde Córdoba, Argentina.

Teny Alós dijo...

sólo se persigue con sed
porque la sed es lo único

que nos pone en camino
hacia nuestro aleph.
somos el espejismo
de nosotros mismos
frente al objeto
deseado.
la sed se estrangula
contra la esperanza
quieta.
saludamos con un ademán
y seguimos adelante
porque adelante
nos lleva la sed.
la cobardía
se asoma para vernos
fracasar
y fracasa
al ansiar.